Acerca de Nosotros

Dos hombres conversando en un evento, uno con camiseta rosa y el otro con camiseta azul con puntos, en un ambiente concurrido con varias personas en el fondo.

Quiénes Somos

Estamos comprometidos a proclamar el mensaje transformador de Jesús tanto con palabras como con hechos. En la Iglesia Eternal Covenant, todo lo que hacemos se centra en las Escrituras y se guía por el Evangelio. Nuestro objetivo es ayudarte a crecer como discípulo y a vivir como mensajero del amor de Dios.

Ven a experimentar una adoración apasionada, enseñanzas bíblicas y una comunidad comprometida a seguir a Jesús juntos.

Persona levantando la mano en una conferencia con muchas personas en el público.

Nuestra Mision

Hacemos discípulos de Jesucristo, de todas las naciones, enseñándoles a obedecer la Palabra de Dios; bautizándolos en el Nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.

Personas en una audiencia con muchas manos levantadas en un evento o conferencia, con un orador en el fondo frente a una pantalla grande.

Nuestra Vision

Por amor al Reino de Dios, y guiados por el Espiritu Santo, inscribimos en el libro de la vida a muchas almas; y asi contribuimos a la transformación Bíblica de las naciones.

Nuestras Creencias

Te invitamos a conocer nuestras creencias y a acompañarnos en nuestro compromiso de vivir nuestra fe con convicción y pasión.

  • Creemos en un solo Dios verdadero que existe eternamente en tres personas divinas: Padre, Hijo y Espíritu Santo (Juan 17:3; Mateo 28:19-20; Marcos 12:29; Juan 1:1-4).

  • Creemos que el Señor Jesucristo, el Hijo eterno de Dios, habiendo sido concebido por el Espíritu Santo y nacido de una virgen, vino a la tierra para revelar a Dios y redimir a la humanidad. Creemos que Jesucristo es plenamente Dios y plenamente hombre (Lucas 1:36; Juan 1:1-2, 1:14, 1:18; Juan 14:8-9; 1 Timoteo 3:16).

  • Creemos que el ministerio del Espíritu Santo es glorificar al Señor Jesucristo (Juan 16:14). El Espíritu Santo mora en el creyente, lo guía, instruye, llena, consuela y capacita para vivir conforme a la voluntad de Dios (Marcos 13:11; Juan 14:26; Juan 16:13; Romanos 5:5; Romanos 8:9-17; 1 Corintios 3:16). El Espíritu Santo convence al mundo de pecado, de justicia y de juicio venidero (Juan 16:8-11). Creemos que las Escrituras no enseñan que ciertos dones hayan cesado, y creemos en el bautismo del Espíritu Santo con la evidencia de hablar en lenguas (Hechos 2:8, 10, 19; Romanos 12:4-8; 1 Corintios 12–14).

  • Creemos que la Biblia es la Palabra de Dios, sin error, e inspirada por el Espíritu Santo. Es útil para enseñar, reprender, corregir e instruir en justicia (Salmos 119:97-104, 160; Mateo 5:18; Juan 5:46-47; Juan 10:35; 2 Timoteo 3:15-16; 2 Pedro 1:20-21; Hebreos 4:12).

  • Creemos que el ser humano fue creado a imagen y semejanza de Dios para vivir en relación con Él. El pecado de Adán produjo separación entre la humanidad y Dios y, como resultado, todo hombre y toda mujer nace en pecado y continúa pecando contra Dios por decisión propia. Dios castigará a aquellos que son culpables de pecado y que rechazan el perdón ofrecido mediante la fe en Jesucristo (Génesis 3; Éxodo 34:6-7; Romanos 1:18; Romanos 3:10-24).

  • Creemos que Cristo murió por nuestros pecados, que fue sepultado y que resucitó de entre los muertos conforme a las Escrituras. Creemos que toda persona que recibe a Jesucristo por fe es salva por medio de Su muerte en la cruz. Aquellos que confiesan con su boca que Jesús es el Señor y creen en su corazón que Dios lo levantó de entre los muertos serán salvos y llegarán a ser hijos de Dios (Romanos 3:21-26; Romanos 10:9-13; 1 Corintios 15; 1 Juan 1:9).

  • Creemos que la iglesia está compuesta por todos aquellos que han reconocido al Señor Jesucristo como su Salvador. Creemos que la iglesia local ha sido instruida por Cristo a practicar las ordenanzas del bautismo de los creyentes por inmersión en agua y a participar juntos de la Santa Cena (Mateo 28:18-20; Lucas 22:19; 1 Corintios 11:24).

  • Creemos en la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo. Creemos en la resurrección corporal tanto de los salvos como de los perdidos. Los perdidos resucitarán para juicio eterno y serán separados de Dios (Mateo 8:12; Mateo 13:49-50; Marcos 9:47-48; Lucas 12:5; Apocalipsis 21:8). Los salvos resucitarán para vida eterna con Cristo (Mateo 25:34; Juan 14:2; 2 Corintios 5:1; 1 Tesalonicenses 4:13-18; Apocalipsis 21:2-4).